El siguiente punto de mi viaje por el Perú fue Cuzco y el Valle Sagrado. Cuzco era considerada el enemigo del mundo por los incas, y es actualmente la ciudad más turística del Perú.
Para llegar a la ciudad inca, se recorre la Longitudinal de la Sierra Sur que desciende desde el altiplano peruano hasta Cuzco. Durante este trayecto se puede disfrutar de carreteras interminables y bonitos paisajes.
Una vez en Cuzco, sus puntos de principal interés turístico son el Qorikancha, (el Templo del Sol sobre le cuál fue construído el Convento de Santo Domingo), las ruinas de Sacsayhuamán a las afueras y la Plaza de Armas y sus iglesias.
No puedes marcharte de Cuzco sin dejar de ver la Piedra de los Doce Ángulos, una enorme roca que cobró popularidad por su gran acabado en el que no existen asimetrías. Además, en el mismo muro del Palacio se puede intentar buscar en sus paredes el Caimán y el Puma.
Además, no puedes dejar de dar un paseo por sus calles angostas y sus pasadizos que cuentan con un encanto singular.
Una vez se abandona Cuzco, el siguiente punto de este viaje es el Valle Sagrado. Dentro de esta zona, sagrada para los incas, pueden encontrarse diferentes pueblos como Maras, Pisac, Urubamba, Chinchero u Ollantaytambo. Localidades que aún conservan numerosos monumentos arqueológicos y mantienen las construcciones típicas de las técnicas de cultivo de la antigüedad. A lo largo del viaje también se pueden observar los campos de cultivo de uno de los productos más representativos de la zona, la quinua.
Una de las poblaciones más visitadas del Valle es Ollantaytambo, una bonita localidad donde se pueden visitar las ruinas arquitectónicas de los antiguos incas.
Tras recorrer el Valle Sagrado, sólo resta la visita a la ciudad de Machu Picchu para completar de admirar lo que queda de la cultura incaica.
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